viernes, 19 de diciembre de 2014

contemplación-comparación

Puedo contemplar lo bello de las altas paredes iluminadas por el sol de la tarde, despejada y azul.

Todavía hay pájaros que se animan a volar por la ciudad.

Aunque nada se compara con el aleteo, rápido e irrespetuoso, de los murciélagos que asoman por la noche.

sábado, 29 de noviembre de 2014

CLAUSTROFOBIA

Encerrada en habitación ajena
reprimo ganas de llorar.
La ira se apodera de mis venas,
sólo ansío mirar el mar.

La naturaleza salvaje que poseo
me lleva, nuevamente, a naufragar
en los colchones sin salida
de la pálida ciudad.

La manifestación del caos
no es algo que puedas educar.
Por miedo a ser lastimado
prefieres salir a matar.

Y aunque le tenga cariño
a tu rígida boca de metal,
por miedo a ser domesticada
prefiero salir a navegar.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Pibitas

Mis amigas y yo somos viejas
ya pasamos por eso del amor y la convivencia.
La carrera no terminada,
los chocolates en la mesa,
la frazada colectiva
y el futón que nos anestesia.
Mis amigas y yo somos viejas
las modas no nos atraviesan
aunque salimos y agitamos la fiesta
no nos conmueve la pertenencia.
Mis amigas y yo somos de esas
que usan calzas agujereadas
porque ya estamos de vuelta.
Mis amigas y yo somos de esas
que se cagan en las poses caretas
llenas de gilada y conveniencia.
Y es que ¿para qué tanta vuelta?
si no tenemos un mango
aunque parecemos burguesas.
Mis amigas y yo somos de esas
que no andamos con sutilezas
y a las que es muy difícil
que un gil les endulce la oreja.

sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Sos lo que haces?

Empiezo a escribir porque no me queda otra, porque siempre es lo primero que me sale. Miles de palabras  (¡miles! ¡a velocidades increíbles!) se deslizan como gotas rotas estallando en mi  córtex, pulverizándose sin poder dar respuesta a la pregunta más incómoda:
- ¿Y vos sos poeta?
- No sé, nunca estudié letras.
- Y, ¿qué es lo que anotas tanto?¿Sos escritora-escritora? ¿O sólo te gusta escribir? - me pregunta con soberbia el gordo de lentes sin que yo pueda siquiera plantear una idea.
¿Vos sos un poeta? ¿Adscribís a la categoría o no? ¿Transformas el mundo con tus palabras? ¿Qué mundo? ¿Qué palabras? ¿Vos sos un poeta? La pregunta sigue sin respuesta y se abre la puerta, "es que hay muchos que dicen que escriben. Sos re posmoderna, ¿no?" 
- ¿Vos sos un poeta?
- Y si lo fuera... ¿Qué me queda? ¿Tengo que sufrir y estar maldita?¿Tendría que hablarte en rima?¿Bajarme bolsas de anfetaminas? ¿Caminar en el mar hasta ahogarme? ¿Contar sílabas en versos teniendo en cuenta la Kabbalah y la mística para lograr una rítmica malsana y snob? ¿Tengo que definirme?
- Y vos... ¿qué haces? ¿Qué sos? Tendrías que estudiar letras. Y... y... ¿vos sos un poeta?
Nunca estudié letras.
Nunca estudié letras.
Me comen la cabeza los críticos y los elitistas, esos que sobran en la facultad. ¡Basta de tu intelectualidad!
- Pero, ¿Vos qué sos? ¿vos sos un poeta?

- ¿Yo? Soy humana, flaco, y vos sos un careta.






viernes, 10 de octubre de 2014

Sabueso

Esta cama huele a sexo,
a tu cuerpo y al mio entremezclándose
con sudores, salivas escupidas
babas, trompadas y lamidas.
¡Esta cama huele a sexo!
¡Esta casa huele a sexo!
En cada rincón, en cada suspiro
grabado en las paredes
cada sonrisa, cada mordida,
mirada y estallido.
Esta casa huele a sexo
haciéndome llegar tu recuerdo
sonriéndome, gritándome
poniéndome en cuatro
¡Esta casa huele a sexo!
¡Esta cama huele a vos!
Dejar de olfatearnos no es una opción
y te miro
y te como
y todo huele
y todo huelo
y todo respiro
y soy yo
y sos vos
y somos uno
y somos todo
y somos nada
y somos vacío
y nos arremolinamos
entre piñas y tirones de pelo
entre roces suaves y arañazos
nos mezclamos, nos fundimos
amamos, odiamos,
violamos, golpeamos y acariciamos.
¡Esta cama huele a sexo!
¡Huele a los dos!
¡Huele al amor que no nos prometimos!
Huele a esos suspiros respirados en la cara
huele a las manos cerrando la garganta
que me hacen rezar
que me hacen creer en Dios
que me hacen ver las estrellas
¡Esta casa huele a sexo!
¡En la cocina!
¡En la compu!
¡En la guitarra!
¡En la toalla!
¡En el baño!
¡En todos lados!
Huele a sexo
huele a nosotros
huele a los dos
¡Esta casa huele!
...y el aroma se clava como un ancla en mi cerebro.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Los amores imaginarios, la eterna fidelidad al capricho

Tuve que cambiar un capricho por otro a expensas del tiempo y la distancia. El poder arquitectónico de mi inconsciente se manifestó creando una nueva ilusión, collage de cuerpos pasados. Eran iguales, pero no lo mismo. Y así fue como uno de mis sentidos provocó esa cadena de información imparable entre las dendritas de mis neuronas que, exaltadas, volvían a dar señales liberadoras de hormonas beneficiando un nuevo sometimiento al fino engaño de eso que muchos llaman amor. 
Ya consciente de lo que me deparaba y conociendo la similitud de los caprichos, tuve que abrir un airbag emocional para evitar darme la cara contra el piso y exponer mi corazón a un nuevo y automático fracaso, pensado y estimulado por ese yo creativo, pero programado. Es que uno camina las estructuras que conoce y le pone a lo mismo varias caras para, de algún modo, disimular lo permanente y sin sentido de las acciones supuestamente rebeldes y novedosas. 
Dotada ya de esta idea, decidí jugar con las  imágenes a voluntad. Abandoné el deseo sobre un cuerpo material al considerarlo una pérdida de tiempo y energía. En lugar de construir un nuevo y real choque contra un muro, crearía una de mis amadas e imposibles fantasías que, aunque igual de estática, era menos dañina y no me hacía tener que interactuar forzosamente con un otro para acabar, a fin de cuentas, en el mismo lugar: un cuarto de hotel, un tipo apuesto arriba mío y la sensación de ser lo mismo que una muñeca inflable.
Así es como brindándole forma a la secreta fantasía construyo en mi cabeza una nueva manía . Es que al ser mío y silencioso, el capricho es perfecto. Esta ahí, inalterado por las horas. Responde a lo que yo quiero, como yo quiero, cuando yo quiero. De vez en cuando cambia su posición. Como un cuadro esta quieto, pero vivo. Es inmaterial, pero existente.  Espectralmente presente en todas las acciones, se mantiene como una posibilidad latente, como algo en qué pensar cuando estoy aburrida. Algo en lo que poner anhelos y eternas expectativas que terminarán por incumplidas. Porque el chiste del capricho es que no llegue. Es el desenlace inalcanzable, lo que nunca es o será, pues yo lo he creado tan magnífico que nada de lo que podamos conocer se le parece. Y la realidad, esa que concebimos como grupo, solo empobrece y torna mediocre todas las virtudes que mi capricho posee. 
Mi ser-capricho es un poeta ingenioso, pronuncia las palabras exactas con hermosos susurros en mis oídos, recita con dulzura y complicidad los versos de "A la que es demasiado alegre"  mientras caminamos de la mano por mundos post-apocalípticos y me pasea por raves donde hay animales disfrazados de hombres y felinos ronroneando entre nuestras piernas. Me invita a recorrer iglesias convidándome drogas a la vez que incita mi piel aventurera asegurando que soy su Atropa Belladona. Mi capricho viaja a donde sea a pesar de los kilómetros, pero siempre lo caracteriza una lejanía física, insoportable y soñadora. Materialmente, el sujeto de mi capricho no existe. Es que si existiera como tal, nunca lograría no contaminarlo con el smog de eso que llamamos realidad, vida cotidiana o simplemente rutina. 
En mis sueños se mantiene puro, entregado, arrimando suavemente sus labios a mi rostro. Es allí donde estrujando sus brazos alrededor de mi cuerpo, jura promesas de amor para siempre. Pretende sorprenderme constantemente y no permite que me falten el respeto. Mi capricho tiene aspecto de punk victoriano, un gentleman thrasheado. Listo y ocurrente, siempre sabe cuando hacerme sonreír o cuando provocarme un enojo. Me desviste con lentitud, me somete a su lengua, no tiene pudores y me sabe su dueña. Me hace el amor en la sala, en el baño, en la cocina, en la cama, mientras escribo, mientras leo o dibujo. Mi capricho fantasía me cuestiona y me pelea, sabe que haciéndome la contra me puede sacar buena. Yo lo idolatro y lo beso, y entrego todo mi pulso en ese sueño. Y cuando, por casualidad, me toca un hombre de esos que existen, rápidamente aparece mi capricho para recordarme que no debo caer en esa trampa que mis hormonas me tienden. Así me permito estar con uno mientras pienso en otro y si el cuerpo de mi capricho se me aparece próximo, mi foco cambia en seguida a buscar un nuevo envase en el que fingir a mi príncipe de las tinieblas.  


jueves, 4 de septiembre de 2014

Embrión de Hipno

Quizás no había hecho otra cosa que, la noche anterior, retornar al vientre de mi madre, a las cómodas corrientes que se generaban allí dentro a cada paso que ella daba. Bañada y navegando en placenta. Unas feroces gotas golpearon las ventanas transpiradas por el invierno exterior y el calor que emanaban los cuerpos dentro de la habitación. Podría decirse que ellas sudaban tanto como mis escondidas axilas entre cojines y cobijas. Otra vez, el tiempo se me escapaba. La lluvia golpeando los vidrios como si intentara perforar mi cabeza con el sonido. Abrir los ojos, salir del ensueño, tratar de evitar que me sigan los perros. Relámpago, trueno, sueño. Lo incierto del futuro. Se me escapa el tiempo. 
Logro hacer pis, ese era mi objetivo y vuelvo a la cama, estática e hipnótica. El calor de allí dentro me traslada a un nido, una casa, un cuarto. Una piel negra, sintética, de algún monstruo imaginario descansa al costado de un colchón. El aroma a copal que me gana el corazón mientras contemplo las paredes altas de esas casas antiguas y conventilleras de Buenos Aires. Volver al ruedo (¿Alguna vez salí de la rueda?), a vivir, a instalarse. Chocan la necesidad de embarcarse en la tormenta con la de echar anclas en el sueño y las casas se suceden.
Salgo de la matriz de mi madre al mundo. Surco espacios fantásticos, descubro hermanos donde no creía tenerlos, salgo del agua, mojada, chorreando sabiduría y con la luna de guía. Se me cruzan gatos que me hablan y me indican diferentes vías, diferentes lugares. Vuelvo a estar mojada, da lo mismo si es agua de lluvia o líquido amniótico. Ya no importa nada. Por momentos me gustaría vivir hipnotizada jugando con recuerdos de otras vidas, saludando a esa que era reina y a esa que era india. 
Trastabillo entre perros cuando lo único que quiero es orinar. Casi ciega de la cama, del calor, de los relámpagos y las lagañas, camino a tientas sin darle importancia a las montañas. Mis riñones y su producción estallan, más vale que me despierte y consiga volver a esta dimensión, por lo menos antes de que mee el pantalón y todo sea uno más de esos terribles desaciertos. Se me vuelve a escapar el tiempo y subo con otra consciencia las escaleras, apreciando la belleza del trágico clima y agradeciendo no tener que salir de mi cama. 
Sueños, proyectos y vidas se funden entre mis sábanas. Ya con la vejiga vacía, pienso en un nuevo mañana sabiendo que la noche y sus estrellas me guían y que estoy siempre acompañada.

martes, 2 de septiembre de 2014

Res non verba

Se va borrando el juicio de mis ojos y una sola imagen toma posesión de mi cabeza: clara luz entrando por la ventana, mis dedos recorriendo con sus yemas un cuerpo hermano al cual me hechizo. Deslizar es la acción que mejor corresponde a los dedos. Hábiles y largos, descargan electricidad en su recorrido suave. La corriente es tan hermosa que siguen dibujando círculos por inercia. 
Las voces cuentan historias del pasado, ¿es que siempre hablaremos del pasado con gente que no conocemos? Sin embargo, por más intentos del ego de presentarse, seducir y conquistar, el cuerpo ya había hablado, ya había logrado que dos extraños alcanzaran intimidad. 
¿Qué silencio tonto quieres llenar con palabras? El amor no se expresa en un "te amo" conceptual y racionalizado, no es eso que encierra el vocablo. Buscamos un punto común en el verbo cuando no había ya nada más común que esas manos inquietas recorriéndose despacio, reteniendo las ansias. 
¿Para qué quieres palabras si es la luz la que nos hace espectrales? Si es la boca ocupada en recorrerte a lamidas más útil a la hora de conocernos que la saliva gastada en bienvenidas, máscaras e intrigas. ¿Qué más real que tu cuerpo sobre el mio? ¿Qué más real que la agitación en los pulmones? ¿Qué más real que los suspiros? ¿Qué más real que el mar y las corrientes en las que me hallo metido?
... y es preferible, así, no hablar. Que las palabras se aparten, usar la boca en cosas más interesantes que en la mera conceptualidad. Y si somos o no somos reales ya no me importa. Aquí llega el final de la cosa y es que solo el placer de recorrerte, efímero y vacío, me sacó de la cama al frío para volverte a recordar.

jueves, 17 de julio de 2014

Versos en el bondi

¡Más abrazos por favor!
¡Que se quemen mis brazos de tanto abrazar!
Mirar y compartir con la gente linda.
Todos hermanos al fuego del invierno.
Abrigo de cuerpos.
¡Más abrazos por favor!
¡Más sonrisas por favor!
¡Más complicidad en las miradas!
¡Más amor por el amor!
sin tanta vuelta y sin enrosque.
Todos quemándonos al son
con la luna llena en el corazón
¡Más sueños por favor!
¡Más gente linda con ideas y acción!
¡Más versos en el bondi!
¡Más besos en las mejillas!
(de esos que son puro amor)
¡Más amigxs por favor!
¡Más hermanxs sin razas, religión ni color!
¡Más de esto! ¡Siempre! ¡Más!



domingo, 6 de julio de 2014

A mis peludas pantuflas

Me miran escondidas,
invitándome a ponerlas
yo les hago una reverencia
y agradezco su existencia

Me traen el recuerdo
de ese monstruo que yo era
voces de otro tiempo
y orejas color violeta

Olivia, la llamaba
a esa fiel compañera
que espásticamente danzaba
sin que nadie la detuviera

Viajaba Olivia al cosmos
entre peluches y sábanas
con sus colmillos asomados
mientras a la luna abrazaba

Hoy vuelvo a estar con ustedes
viejas amigas de antaño
que me han esperado inmutables
por casi más de un año

Su calidez me abriga
del tedioso y frío invierno
y mis pies les dedican
este simple poema tierno.

viernes, 4 de julio de 2014

La reina de la jauría

Por lo general suelen darme mucho asco, pero entiendo que si no los tuviera ahí, no podría satisfacerme. Es así como entro en el blanco salón atravesando con ímpetu la puerta de roble, antigua y arqueada. Mi asistente ya preparó todo para mi llegada, el incienso reina en la habitación y espesa el aire ahuyentando los putrefactos olores que emanan esos hombres siniestros. Los mosaicos blancos del piso están tan limpios que me funcionan de espejo, amo cuando todo está así: pulcro y oliendo bien.
Entro clavando los tacones en el piso, haciendo ruido, despertando las ansías de mis expectantes visitas. Me exhibo por el salón haciéndome la distraída, sin mirarlos, sin acercarme a ellos, como si no supiera que estoy rodeada de hombres con las fauces llenas de baba. Ellos levantan las orejas, se relamen chorreando saliva sobre los platos de comida; me huelen y sienten mi excitación. Por mi parte, yo ya empecé mi entrada en calor, voy frunciendo la concha como queriendo atrapar la tanga de cuero entre los labios y que no me la pueda sacar nadie de ahí.
Mis elementos están ubicados en una mesita ratona al final del corredor y es ahí a dónde me dirijo. Una vez frente a ella, y después de haberme paseado por todo el salón, doblo la espalda desde el sacro (no me pongo nunca de cuclillas), y les dejo un primer plano de mi culo, redondo y parado, asomándose en ese sutil límite que trazan las botas negras de látex y el vestidito rojo que me ajusta todo el cuerpo. Hago pendular mis nalgas de un lado hacia el otro y aprovecho el movimiento para que la tanga se me clave más adentro. Después de unos segundos y segura de que todos me vieron, me vuelvo a erguir mientras me coloco el silbato alrededor del cuello y tomo la fusta con mi mano derecha. El silencio reina en la habitación.
 ¡Pobrecitos! ¡Qué asco me dan! Me miran embobados, me siguen con los ojos de un lado a otro del cuarto. Por suerte, ni siquiera tengo que verles la cara. Mi asistente sabe que no me gusta verles la cara. Las máscaras me parecen un gran invento. Lo único que necesito de estos salvajes son sus ojos y sus bocas, no hay nada más que quiera saber de esos miserables. Sin embargo, sé que no existiría sin ellos. Nada tendría sentido sin ellos. Camino por el corredor hacia la puerta. Se arma un pequeño sendero entre las dos hileras de jaulas y yo desfilo por el medio. Hago que la fusta acaricie los barrotes de cada una de ellas. Algunos de mis animalitos corren a lamerla, otros se muestran asustados en un rincón y tiemblan como bebés. En total son unas veinte jaulas de diferentes tamaños y en cada una de ellas hay un hombre sin rostro totalmente desnudo y con un collar en su cuello.
En la jaula más pequeña está uno de mis favoritos. Uno de los alfa, a él ya lo tengo amaestrado y es a quién uso de modelo para domesticar a los otros salvajes. Todos saben que depende de cómo se porten recibirán más o menos premios. Los reconozco por el collar. Cada uno tiene su nombre inscrito  y según como vayan ascendiendo en la jerarquía dentro de la jauría les voy dando collares de colores o los decoro con púas. Las jaulas y las colas también son parte de mi sistema de premios y castigos. No todos merecen tener cola. Y los que la tienen son aquellos que se la han ganado con esmero y demostrando fidelidad. 
 Me dirigía hacia Rocko, mi macho alfa favorito, para sacarlo un rato a dar una vuelta cuando el comportamiento de un novato llamó mi atención: sin mi autorización tenía la pija parada. Encendida, camine hacia él con furia y velocidad agitando la fusta en el aire y haciéndola sonar ruidosamente contra su jaula. Asustado se fue para atrás mientras una increíble voz salía de mi pecho con potencia y violencia.
- ¡Animal! ¡Asqueroso! ¿No ves que ni tu cuerpo podes controlar? ¡Ve un culo y ya se le para esa pijita deforme! ¿A quién crees que te podes coger con eso?
El patético hombre, desnudo y enmascarado, trata de esconder su erección con vergüenza, pero yo soy una entrenadora comprometida con lo que hago y no quiero que estas cosas pasen y otros perros se contagien. Acá es así, no podes dejar que los errores se sigan cometiendo sin corregirlos a tiempo.
Corro a buscar la correa, siempre fusta en mano y con cara de repugnancia. Abro su jaula y lo tomo con fuerza del collar, le ato la correa y lo saco de la jaula tirando con fuerza. Una vez que está afuera comienzo a patearlo con furia y a azotarlo con la larga varilla negra.
- ¡Animal! ¡Bestia! ¿Esa es la manera en que demuestras respeto a tu ama? - Lo escupo y arrastro sin dejar de golpearlo en ningún momento - ¡Odio a los seres como vos! Te quieres hacer llamar humano, pero eres un mísero perro, un perro que solo corre por su instinto, sin con..tro..lar...se.. - Entre la agitación de las patadas se me cortan las palabras - ¡Mier... daaa! - Y un fustazo que cae sobre el cuerpo del desgraciado con furia. Adoro ver como su cuerpo se retuerce ante los golpes, como la punta de la bota penetra en su carne hiriéndolo.
Las lágrimas empiezan a brotar de la máscara de látex. Esos son los momentos en que una sabe que está por el camino correcto. Miro el collar para ver el nombre: "Tonto". Nunca me equivoco cuando pongo un nombre, era obvio.
-Ven Tonto, ven - Tiro de la correa con fuerza hasta dejarlo agazapado en el medio de la sala y cambio mi tono de voz a uno suave y dulce. Le sostengo la cara y le acaricio la cabeza con amor. 
- Bueno, Tonto, vas a tener que aprender que no puedes andar haciendo estas cosas, ¿sí? Ahora vas a quedarte quietito acá y vamos a ponerte a prueba. No hagas que mami se enoje, ¿Si, Tonto?
 En señal de que entendió me lame la mano despacito, viendo cómo puedo reaccionar.
 - Muy bien, Tonto. Aquí te quedas.
Llamo a mi asistente para que sostenga la correa del patético can mientras voy por mi favorito: Rocko. Ese es el ejemplo de que con disciplina uno puede transformar hasta al Cerbero en un ser obediente y fiel. Ya sabe que voy por él, pero ni se inmuta. Permanece quieto en su jaulita como su ama le enseño. Debe hacer caso y demostrar que detrás de esa bestia puede haber algo de control. Mientras, el resto de mis mascotas observan con atención lo que está por acontecer. A los más nuevos puedo leerles el miedo en los ojos. Quieren tener la posibilidad de ser entrenados y ansían que los domestique, pero no saben qué reacción puede caer sobre ellos y la tensión se les hace insoportable.
Abro la pequeña jaula y muestro al hombre que está ahí dentro la correa más lujosa que tengo.
- Ven, Rocko, ven con mami – Nuevamente me agacho dejando mis nalgas al descubierto fingiendo no darme cuenta y acerco mi cara a la del enmascarado perrito.
Una vez que lo autoricé, me entrega su cuello para que le ponga la correa y me lame las mejillas mientras mueve la hermosa colita de peluche, que le puse con un butt plug, de un lado para el otro. ¡Es tan tierno! Me hace sentir orgullosa, mi trabajo sirve para algo. Le devuelvo la lamida a Rocko metiendo mi lengua con violencia en su boca hasta que logro enganchar la suya y tiro hacia afuera mordiéndola con fuerza. Al estar así doblada sobre mi misma y sentir la lengua de ese hermoso sumiso, me mojo toda y la tanga es un regalo del cielo exprimiendo mi vulva.
Camino con Rocko, que me sigue en cuatro patas, hasta el lugar donde deje a Tonto. Lo paseo y pido a la muchedumbre que comiencen a aullar y a ladrar para darle la bienvenida. Todos obedecen y tengo unos veinte hombres agarrándose a los barrotes de sus jaulas rindiéndole honor al jefe de todos. Le pido a mi asistente que me dé la correa. Levanto las cintas y los hago dar una vuelta para que los demás animalitos puedan verlos, luego me dirijo con ambos hacia el final del salón. Ahí donde están la mesita ratona y mi sillón. 
- Muy bien chicos, ¡ahora vamos a divertirnos todos! - digo con gran entusiasmo, esta es la parte que más me gusta. Mi público canino ladra y yo incentivo su bestialidad, quiero que se descontrolen y alienten lo que está por pasar. Quiero que deseen con todas sus ansías lo que está por ocurrir y que su presencia invada de clamores la fría habitación de marfil.
 Acomodo a Tonto frente al sillón, no quiero que se pierda nada, él es mi víctima, quiero que vea todo con lujo de detalles hasta que explote.
- Darling - le digo a mi asistente - ¡Que empiece la fiesta! ¡Time for cake and sodomy!
La dulce niña me trae un hermoso trozo de pastel. Y mientras recorre el pasillo, los enjaulados babean como locos queriendo un pedazo. Los dos perritos que tengo ante mí alzan la cara y empiezan a salivar. 
- Rocko, mi amor, ¿quieres pastel? Pues bien, lo tendrás. Pero tú Tontito, si quieres comer, deberás permanecer quieto, ¿Si? Nada de sobresaltos, corazón, sino mami se va a enojar.
Agarro al grandote y fuerte Rocko a la vez que me unto el pastel por la concha
- Vení, corazón, comételo todo, lindo. - Obediente como pocos, Rocko se abalanza contra mi entrepierna y me empieza lamer toda llenándose la boca de fluidos y pastel. Me muevo la tanga de cuero de un lado para otro sosteniéndome el clítoris con fuerza y empiezo a llenar todo de flujo. Gimo mucho, mucho, ¡me gusta tanto que mi perrito me haga caso! Lo sostengo con la correa y lo alejo cuando quiero mientras él trata de controlar su impulso desenfrenado. Pero ya llevamos mucho tiempo trabajando juntos y él sabe cómo es esto. Lo alejo extasiada cuando logra hacerme acabar.
- Ya está Rockito, tranquilo... tranquilo corazón. - Bajo mi mano, despacito, por su hermoso torso y acaricio su miembro erecto mientras miro a Tonto. ¡Es tan divertido! El pobre idiota no sabe cómo concentrarse para que no se le pare y sabe, también, que está obligado a mirar. Al ver que su erección se va manifestando me siento orgullosa de mí. De haber planeado todo, de saber cómo reaccionan las bestias hormonales como esa. 
Me detengo en lo que estoy haciendo. Rocko ya está que no puede más y no quiero arruinar lo mejor.
- ¿Qué pasó Tontito? - Digo suavemente - ¿Otra vez no te pudiste controlar? Hay muchas hormonas en tu cuerpo, vamos a tener que hacer algo al respecto. 
Tonto es novato y no tiene los privilegios de un perro entrenado. Corto parte del pastel que queda, hago que Tonto se ponga en cuatro patas y comienzo a untar pastel en su culo mientras le meto un par de dedos adentro. Tiro de la correa de Rocko y le ordeno que se coma todo el desparramado pastel. Con fiereza, mi bestia favorita, se come todo el dulce culo de Tonto, metiéndole la lengua adentro, mordiendo con desesperación, saciando toda su ferocidad en su avanzada.  
Cuando el culo del novato está rojo de mordidas, levanto a mi semental y lo pongo sobre Tonto, le suelto la correa y me alejo para contemplar la escena.
- Cógetelo - le ordeno.  
Rocko, obediente, le mete la pija sin dudarlo un segundo al empastelado culo de aquel señor ridículo y patético, falto de autocontrol y humanidad. Yo aprovecho para descargar toda mi furia sobre el cuadrúpedo con la fusta, al tiempo que le recuerdo que no merece que lo cuiden o lo quieran porque es una bestia asquerosa y repugnante. La lluvia de fustazos hace que el cuerpo se contraiga y sacuda mientras se balancea de atrás para adelante con las sucesivas penetraciones que lo están violando. El hermoso sonido de la fusta se mezcla con los gemidos y las lágrimas de mi mascota. El resto de los hombres no emite sonido. Están todos absortos en la escena mientras el culo dilatado y mordido de Tontito tiembla acompasando los movimientos de mi Rocko.  Mi musculoso y masculino macho eyacula aullando y del flácido culo comienza a chorrear una mezcla exquisita de semen con restos de pastel. Le ordeno que lo limpie con la lengua y que se coma todo lo que queda. Mis mascotas deben ser, ante todo, limpias. Obediente como es, lo hace y yo lo felicito con unas palmadas en la cabeza. 
- Muy bien, corazón, hoy recibirás más premios. - Le alcanzo la correa a Darling y le pido que se lo lleve a su jaula. Fue mucho trabajo para mi semental. Necesita descansar.  Mientras se lo lleva yo me ocupo de Tonto, tirado en el piso, con la espalda marcada de los fustazos y el culo hecho pedazos. Lo tomo entre mis brazos y lo acaricio suavemente. 
- ¿Vas viendo cómo es esto, Tontín? - le digo con amor. Lo acaricio y le beso las heridas.  - No debes ser tan impulsivo, si tú no te controlas, tendré que hacerlo yo. ¿Ok? Es por eso que estás aquí. Algún día, si te portas bien, serás tan fuerte como mi fiel Rocko y también podrás lucir una hermosa cola para evitar que estas cosas te pasen. ¿Sí?
Lo acaricio y suavemente lo vuelvo a conducir a su jaula. Vuelvo a recorrer el camino desde ahí hasta mi mesa mirando con severidad a todos los perros que nos rodean, estoy atenta a sus miembros, a que tanto pueden controlarse y anoto mentalmente en quiénes veo signos de debilidad. Tomo una jarra de agua de la mesa y vuelvo hacia el asqueroso Tonto. Coloco agua en uno de sus platos plateados y lo abrigo. Le susurro en el oído que el entrenamiento del día terminó y lo beso suavemente mientras lo arropo.
Los otros deberán esperar su turno porque su ama está cansada. Esto de domesticar bestias salvajes no es una tarea fácil. Me paro en el medio del salón y hago sonar el silbato. Todos prestan atención y me miran:
- Ya vieron lo que ocurre ¡bestias!, si no me obedecen o se descontrolan. -  Mi voz se alza sobre todos con fuerza y autoridad, nadie duda de que soy la que manda – Recuerden que no son nada, no valen nada. ¡¿Quién es su dueña?!
- ¡Tú eres, Reina! – Gritan los malditos carentes de personalidad
- ¡¿A quién le deben respeto?!
-¡A ti, Reina!
- ¡Muy bien, mis bestias! – Exclamo extasiada – ¿Y cómo me despiden?
Y ahí es donde mi poder toca el cielo, tomo mi abrigo y mientras salgo todos mis hombres gritan entre aullidos y ladridos "¡Siempre seremos tuyos! ¡Oh adorada seas! ¡Reina Ama de la Jauría!"



martes, 24 de junio de 2014

Mal Star

¡Puta!
¡Puta venenosa!
¡puta!
Trepando por mi cuerpo una vez más
me inyecta
caigo dominada
en la sangre
hirviente apasionada
de odio
profunda Mal Star
¡puta!
¡puta de mierda!
¡puta venenosa!
Arrastra en su cola la luna negra.
Bruja, ¡puta bruja!
Paraliza mis pulmones
detiene mis movimientos
puro sufrimiento
entre dientes acobardados
fricción maldita
escondida entre el rebaño
se hace buena y es daño
Puta, ¡maléfica puta!
Siniestra encantadora
endulza las serpientes
que se morderán la cola.
Me ahorca de rencor
me baña en su sudor
y baila
va a comerme y baila
Pasional y siniestra puta.
A cada paso
un aguijón
rompiendo mi corazón
y ríe... ¡maldita puta!
Tan bella y encantadora
Caigo rendida nuevamente
enredada en su ponzoña


jueves, 19 de junio de 2014

Mix de enamoramientos circunstanciales

Es una mezcla entre ambición y ansiedad
comerse el mundo
jugar con los cuerpos
las formas sin normas
las convenciones arbitrarias
las conversaciones sin amor
Es un a mezcla entre ansiedad y ambición
el inconformismo
el querer más
complicar lo no complicado
complicarlo todo
no disfrutar por ansiar
por ver otra cosa
la neurosis
el deseo demás más más
de comerte el planeta
de comértelo a él
de besarla a ella
somos merecedores de todo
Y quiero todo
deseo todo
comerme todo
atragantarme los sentidos
enamorarme a cada paso
con intensidad y valorando lo efímero
para siempre ya fue
quiero todo
ya, ¡Ahora!
Veo todo, toco todo, oigo todo
devoro. Amor,
me enamoro tan fácil y tan rápido
termino de besarte y ya quiero otra boca
Nadie es imprescindible, pero todos somos únicos
Y yo quiero más más más
es que somos muchos
es que quiero conocerlos a todos
es que es una mezcla entre ambición y ansiedad...


domingo, 25 de mayo de 2014

El paranoico

Oye tú!
Si tú, ese que no cesa de dar explicaciones.
Ese que frente al espejo se cuestiona su mirada.
Calla al gran juez, que a nadie le importa
ni tu risa, ni tu llanto, ni tu fama.
Hey! Tú!
Deja de justificar lo que haces.
Al fin y al cabo, todo está reducido a la nada.
Tratando de escaparte, te sometes
creando una realidad empañada.

viernes, 23 de mayo de 2014

Ascensión

Fuego escapa del negro
ojos perdidos en espejo
sueño roto, labios pegados
mudas las neuronas ya
caigo a Morfeo
mundo onírico de juegos
siendo mi ser más que en el día
volando realidades
dimensiones y paisajes
Lagañas cierran las puertas del alma
Cara hinchada, labios abultados
canales de los cinco sentidos cerrados.
La visión se aclara en la oscuridad
no hay territorio, no hay cara
sólo hay paz

domingo, 18 de mayo de 2014

Te quiero, perdón y gracias

Llueve. Se levanta con los ojos llenos de lagañas y escucha las gotas golpear contra el piso del patio. Llueve. Piensa en el desayuno del domingo, en casa, con los mates en la cama y el cotidiano empierne de otros días, la modorra del séptimo día, el desayuno que se extiende hasta la tarde sin salir del refugio de sábanas.
Lo único que se repite de esos hechos es que llueve. Hoy, ni siquiera tiene para el mate y se hace un té. Mira el celular buscando la hora o alguna señal de vida en otra parte del mundo. Efectivamente están esos mensajes de seres lejanos, pero mira con sorpresa y sin creerlo. Esta vez alguien que no esperaba se le aparece y la invita a dar una vuelta. "¿A dónde?" pregunta sorprendida y la respuesta es "al pasado". Cierra los ojos y deja el té, todavía caliente, sobre la mesa.

Suena un timbre. Abre la puerta y ahí está él. Vuelven a cruzar sus ojos después de mucho tiempo. El la invita a caminar abriendo un paraguas para que no se moje. Anonadada, caminó unos pasos tomada de su brazo sin poder creer quien era su compañero. A medida que iba esquivando los charquitos, comenzó a tomar más consciencia de donde estaba. Era de noche, la falta de luz por la lluvia no le había permitido darse cuenta de ese detalle. Y no sólo eso había cambiado, ni siquiera estaba ya en los alrededores de su casa, mucho menos de su barrio. Caminaba de noche, tomada del brazo de aquel hombre antiguo por alguna callecita de zona sur, cerca de la gran General Paz en Buenos Aires. 
La conversación fluía sin restricciones, se contaban cosas de sus actuales vidas, qué hacía cada uno, en qué habían invertido tantos años, se hicieron bromas sobre la edad y sobre el tiempo, sobre lo viejos que estaban y lo jóvenes que seguían. Se miraban como si nunca se hubieran dejado de mirar, es que cuando alguien te toca el alma queda ahí guardado para siempre y esa hermandad se reconoce a la distancia mas allá de posibles resentimientos o malos entendidos. Por momentos caminaban en silencio, sin desprenderse uno del brazo del otro. El paso sobre el agua hacía ecos y al doblar en una esquina a él se le escapó un "te quiero". En el instante ella supo que era verdad y que ese había sido siempre el sentimiento. Pero cuando uno es joven y los silencios incómodos esas cosas a veces no se ven.
El último y unísono paso se detuvo ante un edificio. Ella recordó lo que tantas otras veces había recordado. Ese era el último lugar donde se habían visto. La noche estaba tan llena de nubes como aquella vez. Quedaron los dos estáticos contemplando a la pareja que subía las escaleras bromeando y haciendo morisquetas. No tardaron en darse cuenta que eran ellos mismos años atrás. Y sin palabras los siguieron como una sombra hasta el interior del departamento. Ella entró primero. Se limpió las húmedas botas de plástico en la entrada mientras el cerraba el ya inútil paraguas. Se sentaron los dos en la sala y se quedaron observando a los fugaces amantes que habían sido. 
El joven él y la joven ella mantenían cierta distancia. La joven ella era aún mas tímida y todavía no sabía como presentarse al mundo. El joven él parecía seguro de sí mismo, contento de verla. Sin embargo, ella no registraba esa alegría. La pareja comenzó a besarse y a desnudarse dejando un regadero de ropa de la sala a la habitación. 
-Esta parte de la historia ya la conocemos, - le dice el guiñándole un ojo - ¿Quieres ver igual qué pasa?
- No estoy segura. Sin embargo... ya estamos aquí, ¿verdad?
El responde afirmativamente con la cabeza y los dos en silencio llegan a la habitación. El joven desnudo se para para ir al baño, la joven parece confundida, hay algo de triste en sus ojos aunque no pueda decirse con certeza que esa tristeza era por aquella situación en particular, siempre había tenido esa mirada entre triste y nostálgica como si el mundo fuera a explotar en un segundo llevándose su alma. Los observadores invisibles van siguiendo a sus personajes de la habitación al baño y del baño a la habitación. El joven el se duerme una vez eliminada, momentáneamente, la excitación sexual en forma de eyaculación. La joven queda despierta, no sabe muy bien qué hacer. Busca algo en su mochila de estudiante, busca entre libros y carpetas que comprueban que no llegaba siquiera a la mayoría de edad, lo encuentra, su tesoro: un pequeño cigarrito de marihuana que había guardado especialmente para compartir con él. Lo mira mientras él duerme, toma el cigarro y se va al balcón. Prende el cilindro con manos temblorosas y lágrimas en sus ojos. Suspira y le dice al viento "nunca me sentí tan sola". Desde el balcón pueden verse las luces de otros departamentos formando figuras entre la lluvia y un ruidoso Puente Pueyrredón donde los autos van y vienen anónimos sin saber de aquella escena.
Consternados los dos volvieron a la sala. El, con paraguas en mano, la invitó a salir y ella sin réplica aceptó. Ya habían visto lo que tenían que ver. Al bajar las escaleras, él le pide perdón. Ella volvió a saber que aquello era sincero y acercándose a su mejilla lo besó y le dejó escapar dulcemente en el oído un gracias que salía de lo mas profundo de su corazón.
- Gracias a vos.- Les respondió él- Gracias por aceptarme y escucharme después de tanto tiempo.
Los viejos amantes quedaron un rato en el hall del edificio abrazándose. El tiempo parecía eterno y el abrazo un regalo. El ejercicio del perdón como acto de amor los rodeaba y limpiaba.

Abre los ojos. El té ya frío la espera sobre la mesa, no llueve. Mira a su alrededor con una nueva mirada. Sin entender qué pasó en el sueño, algo acaba de cambiar en su vida. Y late en su pecho la certeza de que alguien en otro tiempo y en un lugar lejano, la quería.

sábado, 17 de mayo de 2014

A partir de la dualidad vuelvo a la unidad

Estoy habitada por miles de hombres y miles de mujeres. Un coro de voces se asoma detrás de cada pensamiento. Soy miles en un sólo cuerpo y en la pareja materializada equilibro mi balanza. La pareja, los amantes, los hermanos. En mi camino de solitaria pero miles, siempre me acompañó un alma en la cual poder mirarme y de la cual poder aprender. Es que no existo solo para mí porque ¿De quién es esta sombra si no tiene reflejo? Soy si hay otro en mi vida. Sin esos reflejos significativos se me va de vista el juego. 
En ese recorrido he ido cruzándome con mis miles de mujeres, compañeras, diosas terráqueas, las hechiceras, las de los gatos, aventureras, vampiras, místicas, sabias. Con humor te dicen lo que no quieres escuchar. Se ríen de ellas mismas, de ahí nace su poder. ¡Mis diosas mujeres! Las llevo en mi sin contar distancia y en las noches todas juntas subimos a la torre a soñar.
De día me reúno con mis hombres. Esos que al cerrar los ojos me abrazan, que me invitan a deleitarme con los placeres de la tierra, lo material, la caza, desarrollando los sentidos y confiando en el intelecto. Me regalan también su humor. Mis hombres hacen juegos de palabras y buscan la sonrisa. Simples, prácticos, silenciosos e irónicos.
Con cada una y cada uno de ellos un romance, un enamoramiento, la complicidad. El glorioso momento de leerse los ojos. ¡Mis dioses y diosas! Caminan junto a mí en cada paso. Es que una vez que nos hemos cruzado y cambiado tanta información en miradas y sonrisas, en monstruos, lágrimas y abrazos ya no somos lo que eramos. Ya nos mostramos desnudos ante los espejos y ellos saben, reconocen cuando vas a acomodarte el pelo o levantar una mano. La conexión con esos seres, con esos dobles, es eterna.
En un fantástico danzar se juntan todos mis hombres y todas mis mujeres condensadas en este cuerpo que soy y en el que mas seres se abrirán a mirar, en el que sus miles de hombres y miles de mujeres se encontraran con los míos. Y ocurre esa magnífica conexión que a partir de ahí nos hace a todos hermanos, a todos amantes.

jueves, 15 de mayo de 2014

Situación: un sadu en una exposición de tatuajes

Los buses pasan por la carretera federal y sus pasajeros de seguro sienten las vibraciones que emanamos desde la planta baja del edificio y se cuelan lentamente por la tierra al ritmo de la percusión.
Situación: Exposición de tatuajes en el Pueblo Ciudad
Un joven pintado como un sadu y con nada más que un paño enroscado en su cintura, lleva a cabo asanas preparando alma, mente y cuerpo para hacernos partícipes a todos de su ritual. Una chica con un aro de fuego baila detrás de los tres músicos que nos llevan a viajar con el hermano que se está por suspender.
Tatuadores, perforadores, niños, chicas, curiosos, gente que fue llamada a participar del ritual. La diversidad de los elementos culturales me agrada. A pesar de las diferentes estéticas, creencias, experiencias, todos somos iguales y todos mezclados hacemos esto posible. Entre los músicos y el joven se extiende un paño negro evitando que la caja con los ganchos y las cánulas toque el suelo.
Los asistentes, mutantes de dibujos en sus pieles y metales en sus cuerpos, comienzan a limpiarle la espalda. El público se va moviendo en el espacio al ritmo de la gente que está en el escenario. Una vez concluida la limpieza, toman una porción de la carne y comienzan a estirarla despegando la piel del músculo. Lo perforan. Lo atraviesan colocando los ganchos que lo harán volar en éxtasis. El está tranquilo, respira, se lo nota seguro. Se repite la acción con sus muslos: un gancho en cada uno.  
El joven adopta la postura de la Flor de Loto: Se sienta con su espalda erguida, las manos sobre sus rodillas, con sus dedos pulgar e índice unidos, mientras los mutantes de la performance van atando los ganchos a unas sogas. Controlan que todo este en su lugar, debidamente amarrado, y comienzan a subirlo lentamente. Nuestro amigo no para de respirar, sus pulmones se expanden como su piel tirante. Siento como esta se despega de la carne, elevándolo, levitándolo. 
Cambio de perspectiva para ver su cara. El silencio invade la sala. Luces rojas, verdes y azules proyectan sobre la pared a la chica bailando con el fuego y la transforman en danzantes sombras violetas. El joven sonríe. Nos regala una sonrisa única y sincera, una sonrisa de paz y serenidad. Con un hilo de voz, las palabras salen hasta convertirse en un hecho: "un aplauso para el muchacho!". Aplaudimos rompiendo, tímidos, el silencio. Ya no recuerdo si la música continuaba o no. 
El mutante mayor se ve agradecido, decide pasar a la segunda postura. Toma una pequeña navaja y comienza a cortar la soga que mantiene las piernas en alto. Los espectadores se mueven, cambian de lugar, van armando pequeños círculos de cabezas amontonadas y vuelven a desarmarlos formando otros. El perfecto triángulo que traza el cuerpo suspendido en el aire se rompe, el joven lanza un pequeño grito mientras su pierna cae abruptamente. Vuelve a respirar. Todos respiramos. Se lo nota en otro plano. Respira y vuelve a la calma. La soga que sostiene el otro muslo también es cortada. Hábilmente cruza ambas piernas. Su piel se estira aun más ahora que todo el peso de su cuerpo está depositado en los dos ganchos de su espalda. La gente vuelve a aplaudir.


Pasan unos minutos y lo bajan, le quitan los ganchos y todos nos retiramos, ya no tan en silencio pero de seguro vibrados,  cada quién a su paso, de aquella habitación que transformamos.

martes, 13 de mayo de 2014

K.O.

Una vez rota la estructura ancestral que la gobernaba, la joven niña vuelve a contexto.
Ya no sirven las excusas, las fantasías ni los pretextos.
Una nueva mirada asoma en sus ojos.
Una nueva forma del ser.
Es que la niña, ya mujer, decide dejar de buscar un padre para entender que ella sola da vida.
Desnuda se para sobre una hoja de papel.
Levanta un pesado bote de pintura azul y se lo tira encima.
Lava sus pies con la sangre rescatada de su útero limpiando los pecados de las mujeres del pasado.
Se recuesta entre el azul y el rojo llenando la hoja de manchas y texturas.
La niña mujer dormida descansa sobre el papel entendiendo que es parte de él.
El compañero que anhelaba se ha transformado en pincel.
Ella es colores, luz de amanecer.
Reposa tranquila en la hoja ya sin pensar hasta que el corazón la hace saltar.
Ágilmente la astuta niña se baja del ring.
Ya no tiene por qué luchar.

lunes, 12 de mayo de 2014

Spot de paz

Me siento acompañada en el silencio, el maguito descansa junto a mí. Tengo los ojos cerrados y aún así percibo su energía. Un arco de colores se expande desde donde él está hacia mi.
El río nos nutre de sabiduría, nos susurra al oído que todo está bien. El sol nos calienta los cuerpos desnudos.
Agua y fuego nos alimentan y recargan, una vez mas, demostrándonos que somos vida.
Magia y ciencia manifestándose por doquier.

domingo, 11 de mayo de 2014

Hunted by a freak* -Parte II -

Lo que cuenta la sombra

Lo invito a creer la mentira de que tiene todo el control sobre mí, la fantástica ilusión de entregarme al cazador sin lucha ni resistencia. Me hago la muerta, inocente y sumisa. El cazador desconoce que yo soy la trampa.
Me dejo cazar para después huir. Vendo la idea de que me importa. Estudio los pasos del enemigo y, como bien se sabe, en el arte de la guerra uno disfraza sus defectos de virtudes y sus virtudes de defectos.
Quiero gobernar la situación, que se manifieste mi voluntad. No me importa destripar un corazón, de hecho, es ese el objetivo.
Y así es como tejo mi red silenciosa sobre el cazado cazador mientras duerme. Tanto lo conmovió mi inocencia que me había, erróneamente, soltado las manos.
Mientras lo envuelvo en la plateada red contemplo sus facciones con dulzura.
Todo acto de maldad encierra la mas pura ternura.
Los movimientos no sólo son estratégicos sino estéticos.
¡Qué nadie se olvide del arte que los gobierna!
Al abrir los ojos y volver al sueño, el cazador se encuentra cazado por mi veneno.
Y así le demuestro a ese ego que no soy mas que el espejo, invertido y distorcionado, de una imagen de lo humano.
Lo beso divertida en los labios y le sonrío a su pudor.
Atrapado el cazador ya no entiende el juego.
Quiere librarse sin poder, sin entender que cuanto más lucha, más entra en la red.
Su arco descanza inútil en un costado de la recámara.
Rompo la cuerda y la enrosco en mi mano, doy golpecitos en su cuero.
Me la paso bien, esto es ser sincero.
Y como siento que lo entiende, el chasquido se transforma en fuego.
Y llora el cazador porque, sin pensarlo, arde en deseo.









*Hunted by a freak, Happy songs for happy people, Mogwai ;)

Hunted by a Freak* - Parte I -

Aquello que cuenta la luz

Sin pensarlo un minuto, me lanzo a correr por la jungla. La maleza me va ocultando de la luna y sus estrellas.
Rompo la aparente quietud del suelo al pisar una ramita. Me paralizo. El sonido puede ponerme en evidencia.
Acto seguido: vuelo por los aires atrapada en una red. Intento liberarme de ella en vano (la lucha suele ser en vano, más si uno ansía la libertad).
Doy paso a la inacción y me duermo. Ya alguien me descubrirá mañana.
Despierto donde estaba, un palo pica mis nalgas. Doy vueltas como puedo para vislumbrar el origen de aquel despertar. Haciendo foco en la punta que golpea mi cuerpo, me doy cuenta de lo lejos que está el piso. Un hombre sostiene el otro extremo. Siento que mi vista recorrió kilómetros hasta poder verlo claramente. Brazo largo y fibroso, torso desnudo y marcado por agujas.
Se traza una línea recta entre sus ojos negros y los míos. Se sonríe satisfecho.
Camina hacia un costado del árbol y comienza a desatar una cuerda. Inmediatamente, me veo en caída libre, dentro de un saco, hacia el piso.
Me cruje el cuerpo al aterrizar. Saco fuerzas y quiero correr. Me levanto y así como lo hago vuelvo a golpear mi cara en el piso mientras avanza el rico calor de un dardo en mi nuca.
Me siento mareada y confundida. El se vuelve a sonreír. Arrastra la soga con firmeza sin darle importancia al hecho de que mi cuerpo tropieza constantemente con las raíces y hongos de la tierra.
Por momentos para, me sonríe amablemente y continúa arrastrándome.


*Hunted by a freak, Happy songs for happy people, Mogwai ;)

sábado, 10 de mayo de 2014

Mírate en los ojos

Un destello en la mirada
nuestra escencia niña
manifista sonrisa
Mirando mas allá
de la inexplicable retina
luz amiga
viaja de las estrellas

viernes, 9 de mayo de 2014

Corrida

Hoy quiero correr.
Salgo desnuda por la calle sin mas accesorios que un arete con una pluma naranja en mi oreja, unas botas y una pistola semiautomática en mi mano, la cual pienso levantar hacia la cara del primer pendejo que se me acerque a querer tocarme el culo.
Hoy quiero correr y voy preparada a partirle su puta madre al que quiera pararme, abusarse o quitarme del camino.
Hoy, puro veneno corre por mi cuerpo. Harta ya de todo. Harta ya del teatro y mi personaje.
Bendigo las balas con sangre, la mía, la propia, la del clan. Escucho I'm not the killing type y cierro la puerta de la falsa morada con fuerza habiendo escupido, antes, sobre los cadáveres insulsos que me miran boquiabiertos. 
Ellos no lo sabían, pero ya estaban muertos y esta humilde servidora, desnuda y con ganas de correr, vino a hacerles un favor.

jueves, 8 de mayo de 2014

No dual

Deseo parar de dudar
desarrollar cada día mas la coherencia
dejar de atender creencias
que me alejen de mi voluntad

martes, 6 de mayo de 2014

Re-encuentro

Cuando volvamos a cruzar nuestros ojos
tú ya no serás tú
yo no seré yo
Pupilas sometidas al engaño
habitarán la fantasía del recuerdo.
Las palabras de antaño
ecos vacíos en nuestros cráneos.
Esos ojos confundidos
buscan la vieja imagen que crearon
y tu cerebro rechinará
con las imprudencias que generamos.

Y así, brindo por mi mediocridad y la tuya con el mismo vaso roto con que apuñalo tu dulzura.

lunes, 5 de mayo de 2014

Velas derritiéndose fuera de mi

La tinta arde en el papel, las llamas van creciendo lentamente. En los últimos días el fuego se presentó en exceso, en su forma mas bruta y pasional: la fuerza y el poder son lo mismo y crecen chocándose y aplastando a todos los que se cruzan en medio. Dado los eventos de esos últimos días, no sorprendió a mi mirada la pequeña columna encendida que bajaba del cuenco hacia la tela violeta. La pequeña fogata crecia.
Con errores de bruja principiante, desconfié de los resultados e hice malabarismo para intentar detener el hechizo. El miedo a que el fuego creciera me hacia perder la consciencia. Toque el recipiente quemándome los dedos. En fracciones incalculables de tiempo todo un sistema nervioso se ponía en marcha para que mis manos soltaran la vasija. La cera dentro vuela por los aires contra mis miembros como si el diablo me escupiera semen blanco e hirviente.
Los dedos reaccionando lentamente hacen que sonria por dentro.
Me detengo un segundo a contemplar y recuerdo que nunca es tan caliente, que es parte de la ilusión del fuego, que no existe el dolor, que no quema realmente, que es parte del juego.

domingo, 4 de mayo de 2014

jueves, 1 de mayo de 2014

Nacimuerte del volador

Quita velo de las ideas
La razón ya no te posee
Caen los pájaros en el campo
bañados de fracasos y muertes
Vuela el fénix gastado
con el complejo eterno de querer tocar el sol
Ya no luches compañero volador
Deja que le quite las espinas a tu pico
Siente el alivio en tu respiración
Aprovecha para limpiarte con el rocío
Desoye al espantapájaros que te aleja del fruto
La primavera ha llegado
momento de quitarse el luto
Presta atención, amigo alado,
distingue las espinas de la flor
Vuelve a mirar al cielo
Nutre tu ser con el calor

miércoles, 30 de abril de 2014

Akumal

Nuevo encuentro con el cielo.
Los autos en el costado de la ruta.
Música viajera tripeando
El regreso a las tartarugas

martes, 29 de abril de 2014

Alimenta mi esquizofrenia una vez más. Las voces que habitan están alborotadas. Cosquillas en el pecho y la carne que, sedienta, se devora al ser biótico que yace delante. Tu creías que esto era bondad cuando, en realidad, sólo se saciaba el apetito animal que crecía en mi vientre. De los labios asoman los dientes de un gato dispuesto a jugar con su presa hasta matarla de un infarto.
Alma noble, escapas de mi hacia tus propios infiernos. Ya no crees ni en los gestos ni en las palabras de los cuerpos. Todos buscan su propia gloria en diferentes formas de intensidad.

domingo, 27 de abril de 2014

Séptimo día

Dilato pupilas
penetrada por el sol
Athanor en llamas
quema humo negro
las impurezas viajan
soy cinco elementos
vuelan cenizas, coagulo
pierden el centro
recuperan el punto
líneas imaginarias y amorfas
huele a cielo
Azul Azufre Amortiguo
las llamas crecen en silencio
en domingo descanzan los dioses
diablos me poseen en el descenso
salta el alma al abismo
Nadie encontrará al profeta perdido
su verdadera voluntad fue perderse
Trampa mortal la de la serpiente
el espiral se corta
caen los ángeles
Bienvenido a tu propio infierno

jueves, 24 de abril de 2014

Hermano amante

La musiquita invade mi corazón. "Hermosos perdedores", lo somos, aceptamos y ganamos. Recorro la habitación bailando. Vuelvo a sentirte en mi cama entre risas y revolcones... y la musiquita. Ganamos todo el tiempo perdiéndonos de vista.
Compañero, amigo, amante, espejo todavía me arde la piel por haber abrazado tan fuerte el sol. La nostalgia clásica, casi un cliché de los hasta luego me toma la garganta por sorpresa y solo me salen dos lágrimas.
Las guitarras retumban por la casa. Dejo que entre luz. Te respiro, me cargo de tu energía, agradezco todo lo que podemos compartir y enseñarnos. Trato de evitar el romanticismo femenino. Decido que quiero ser solo tu amante y no vivir siquiera en la misma ciudad.
Amigo con condiciones, pero siempre negociables, alterando este cuerpo con tu cercanía, este universo con tus creencias. Amigándome con vos, soy una conmigo.
Ya no temo perderme en un nosotros que me asfixiaba. Creamos una nueva historia, un nuevo reflejo, una nueva proyección de nosotros mismos. Y es verdad, uno nunca vuelve atras. Seguimos ascendiendo en espiral, amándonos y agradeciendo nuestra presencia y, sobretodo, nuestra ausencia.
¡Qué bello es cuando no estas!

Uróbora

Un bloque de cristal vuelve a extenderse delante mio. Conversaciones triviales y diálogos en los que sería hipócrita participar. Prefiero callar y contemplar.
Rodeada de vicios y viciosos que me invitan a un festín donde la indigestión está asegurada. Mente cruda, corazón contento. Prefiero alejarme. Camino sin rumbo esperando un encuentro que no pasa... y el retorno, el eterno retorno. Prefiero morderme la cola antes de dejar de ser.
La entrega de amor ya tiene remito y fecha de vencimiento. Soy demasiado ego como para no pasar factura.
Descubro que aprendo y ya no lo vuelvo a hacer aunque siempre algun diablo me invite a afilarle los colmillos mientras prepara el banquete en el que me devorará el corazón.
Y eso que queda sigo siendo yo.

lunes, 31 de marzo de 2014

Casa

Estoy parada en el estudio y L se me acerca mientras habla por teléfono, me hace una seña que no entiendo y sale corriendo por la puerta. Miro a los chicos sin comprender que en pocos segundos me quedo sin casa. La única seguridad que me quedaba se desmorona ante mi cara de sorprendida. En breve estamos interrumpiendo el desayuno de G que, como yo, estaba ajeno a la situación que nos esperaba.
Salimos los tres en forma de torbellino hacia la inmobiliaria. La patética visita a la misma no merece ser narrada. Solo basta con decir que no faltaron las emociones exaltadas, los insultos metafóricos y una gran impotencia: nos estaban quitando nuestro hogar, estaban dándole fin al pequeño clan familiar que había mutado paredes alimentando vida en aquel lugar blanco, y  a ese empleado robot no parecía importarle.
Volvemos los tres con la rabia condensada en los ojos y en los puños. Me prendo fuego y ardo apasionadamente ante la injusticia. Quiero destruir todo con mis llamas, transformar en cenizas viajeras lo que queda de futuro. Arder, en caos y destrucción. Arder desde el pecho hasta el mar.
Intentamos comer sin éxito. La inmutable comida sobre la mesa contempla la escena que pasa de la ira a la risa y de la risa al silencio. Y, como sin quererlo y sin evitarlo, un desfile de casas y hogares invade mi cabeza. No es lo mismo una casa que un hogar. Si bien he tenido muchas casas, pocas lograron transformarse en el refugio que esperaba.
Todo empieza con darme cuenta que ya había estado en la casita del DF mucho tiempo antes de conocerla. Desde Panamá que ya había viajado a México, ya imaginaba los sillones marrones de la sala, la banda tomando chela y dándole ánimos al cotorreo constante.  Y eso de haber estado en un lugar antes de habitarlo me llevo a uno de mis únicos hogares: Roque Perez. La magia que hizo de las suyas para que tengamos un espacio en el que materializar una burbuja de amor y nostalgia. Meses antes, en una meditación me encontraba en aquella pequeña cocina y contemplaba maravillada el arco que hacia de comunicación entre ella y la sala. Lo primero que no me gustó de la casa al verla en vivo y en directo fue ese espacio de comunicación, sin embargo, yo lo había creado y termino por encantarme. Elvis colgado en la pared con la tipografía japonesa que rezaba "Viva las Vegas!", la gata en el futón, la guitarra, las canciones de Pez, el póster de Almendra, los mates y las plantas. El amor, el desamor, los abrazos, la tristeza del adiós, la buena vibra y de nuevo el amor, el mas puro amor.
Me transporto en un segundo a Plaza, a mi departamento no mio, al trabajar como loca para mantenerlo, el balcón con la bici que me arrebataron un día del niño rompiéndome el corazón. El tren, el tren y el fernet que solitario manchaba la alfombra para dejar algo de mi en ese lugar. El olor a verano, las plantas de la estación Saavedra, mi compañera niña monstruo, las aventuras, la soltería por abandonar, las manos rotas de tanto trabajar. La postal en la puerta del baño, los trofeos de fútbol que no me pertenecían y quedaban totalmente antiestéticos. Las noches de insomnio, desayunar energizantes para aguantar otra jornada de trabajo. La soledad en paz, sabiendo que alejarse era lo mejor y volver un peligro.
Con la certeza de la presa que sabe cuando el depredador está cerca, omití las razones de mi corazón y dándome falsas esperanzas volví a la casa de mi adolescencia. Al cuarto celeste con los escritos negros por todos lados, volví a la violencia, a las persecuciones, los perros mordedores y defendidos, los portazos, los llantos, el circo.
Cuando se pausa la verborragia vuelvo a caer en el presente recorriendo los violetas de la sala. Comienzo a verter lágrimas. Anuncian la frase que me cuesta pronunciar. Lloro en silencio, respirando la tristeza que me invade. La mandíbula temblorosa deja escapar las palabras en un hilo de voz balbuceante que se se va transformando en grito que sale de las entrañas: "gracias por darme y convertir este lugar vacío en casa, gracias por recibirme en sus corazones, gracias por convivir conmigo, gracias por el amor, gracias por darme un hogar. Gracias hermanos por aceptarme en el clan, por no dejarme sola, por las barritas de cereal sobre la cama cuando volví de alguna aventura por tierras lejanas, gracias manada felina por acogerme entre sus garras y pelos."
Los tres nos convertimos en la misma bola de abrazos, lágrimas y besos. Nadie sabe que será del mañana, pero en el presente están mis espejos enseñándome a dar amor en cada aliento.
Viajeros galácticos, lo que unimos es solo nuestro y con nuestra partida debe morir. Y así, enterramos lo vivido.

Uno de otros tantos funerales por el que el desapego me hace pasar.


viernes, 28 de marzo de 2014

Las niñas fantasma

Mujeres niñas amputadas, la vida negada y fallida resultado de un nacimiento ficticio que los astros no querían permitir.
Desafiando leyes biológicas se alzaban en la búsqueda de la luz sin recorrer ningun túnel, siempre oliendo la muerte.
En lágrimas desnudaron sus almas sin prejuicios y entre mate, tarot y calacas se reconocieron en la misma mirada.
Vuelen alto niñas fantasma, vuelen alto hacia el cosmos. La fuerza que las acompaña tira carruajes ancestrales. Sin prisa y sin pausa la hora del valor viene a buscarlas.

domingo, 16 de marzo de 2014

Abriendo portales

Soy tierra, soy luna
soy roja y plateada
soy madre y sangre
despertando a la marea
resonando en cavernas
moviendo placas
cambio mi mundo
alimentando a la serpiente
soy vida eterna
y final contínuo

jueves, 23 de enero de 2014

Tu cállate y no escuches
Mírate lentamente
No existe el presente
Somos pasado leído por el pasado
engaños del aquí y ahora
infectado del antes

miércoles, 22 de enero de 2014

Reconocimiento

Soy soberbia porque me considero bella.
Soy soberbia porque me considero inteligente
Soy soberbia porque no quiero venderme
Soy soberbia porque no quiero que me exploten
Soy soberbia porque no creo que haya autoridad que respetar
Soy soberbia porque no acepto otras reglas que las de mi propia voluntad
Soy soberbia porque me valoro
Soy soberbia porque ya valió verga todo

lunes, 20 de enero de 2014

Orgásmica

Tu absurda moral
no genera tensión
en mi inconsciente
juego mi juego
danzo en tu cuerpo
quemo murallas
en tus creencias
rio rica risa
orgásmica

sábado, 18 de enero de 2014

Dicotomia Crónica

Tomo tu ficticia imagen y la adapto a mi necesidad momentánea.
Nos identificamos con el caos y la coraza craneana.
Razón vete a la verga
libera este cuerpo de tus ataduras
imprudentes, engañosas e impuras
Rompe los candados que te atan, sensación
vuelve a respirar la frescura
Que tanta confusión no te deje a oscuras.