domingo, 25 de mayo de 2014

El paranoico

Oye tú!
Si tú, ese que no cesa de dar explicaciones.
Ese que frente al espejo se cuestiona su mirada.
Calla al gran juez, que a nadie le importa
ni tu risa, ni tu llanto, ni tu fama.
Hey! Tú!
Deja de justificar lo que haces.
Al fin y al cabo, todo está reducido a la nada.
Tratando de escaparte, te sometes
creando una realidad empañada.

viernes, 23 de mayo de 2014

Ascensión

Fuego escapa del negro
ojos perdidos en espejo
sueño roto, labios pegados
mudas las neuronas ya
caigo a Morfeo
mundo onírico de juegos
siendo mi ser más que en el día
volando realidades
dimensiones y paisajes
Lagañas cierran las puertas del alma
Cara hinchada, labios abultados
canales de los cinco sentidos cerrados.
La visión se aclara en la oscuridad
no hay territorio, no hay cara
sólo hay paz

domingo, 18 de mayo de 2014

Te quiero, perdón y gracias

Llueve. Se levanta con los ojos llenos de lagañas y escucha las gotas golpear contra el piso del patio. Llueve. Piensa en el desayuno del domingo, en casa, con los mates en la cama y el cotidiano empierne de otros días, la modorra del séptimo día, el desayuno que se extiende hasta la tarde sin salir del refugio de sábanas.
Lo único que se repite de esos hechos es que llueve. Hoy, ni siquiera tiene para el mate y se hace un té. Mira el celular buscando la hora o alguna señal de vida en otra parte del mundo. Efectivamente están esos mensajes de seres lejanos, pero mira con sorpresa y sin creerlo. Esta vez alguien que no esperaba se le aparece y la invita a dar una vuelta. "¿A dónde?" pregunta sorprendida y la respuesta es "al pasado". Cierra los ojos y deja el té, todavía caliente, sobre la mesa.

Suena un timbre. Abre la puerta y ahí está él. Vuelven a cruzar sus ojos después de mucho tiempo. El la invita a caminar abriendo un paraguas para que no se moje. Anonadada, caminó unos pasos tomada de su brazo sin poder creer quien era su compañero. A medida que iba esquivando los charquitos, comenzó a tomar más consciencia de donde estaba. Era de noche, la falta de luz por la lluvia no le había permitido darse cuenta de ese detalle. Y no sólo eso había cambiado, ni siquiera estaba ya en los alrededores de su casa, mucho menos de su barrio. Caminaba de noche, tomada del brazo de aquel hombre antiguo por alguna callecita de zona sur, cerca de la gran General Paz en Buenos Aires. 
La conversación fluía sin restricciones, se contaban cosas de sus actuales vidas, qué hacía cada uno, en qué habían invertido tantos años, se hicieron bromas sobre la edad y sobre el tiempo, sobre lo viejos que estaban y lo jóvenes que seguían. Se miraban como si nunca se hubieran dejado de mirar, es que cuando alguien te toca el alma queda ahí guardado para siempre y esa hermandad se reconoce a la distancia mas allá de posibles resentimientos o malos entendidos. Por momentos caminaban en silencio, sin desprenderse uno del brazo del otro. El paso sobre el agua hacía ecos y al doblar en una esquina a él se le escapó un "te quiero". En el instante ella supo que era verdad y que ese había sido siempre el sentimiento. Pero cuando uno es joven y los silencios incómodos esas cosas a veces no se ven.
El último y unísono paso se detuvo ante un edificio. Ella recordó lo que tantas otras veces había recordado. Ese era el último lugar donde se habían visto. La noche estaba tan llena de nubes como aquella vez. Quedaron los dos estáticos contemplando a la pareja que subía las escaleras bromeando y haciendo morisquetas. No tardaron en darse cuenta que eran ellos mismos años atrás. Y sin palabras los siguieron como una sombra hasta el interior del departamento. Ella entró primero. Se limpió las húmedas botas de plástico en la entrada mientras el cerraba el ya inútil paraguas. Se sentaron los dos en la sala y se quedaron observando a los fugaces amantes que habían sido. 
El joven él y la joven ella mantenían cierta distancia. La joven ella era aún mas tímida y todavía no sabía como presentarse al mundo. El joven él parecía seguro de sí mismo, contento de verla. Sin embargo, ella no registraba esa alegría. La pareja comenzó a besarse y a desnudarse dejando un regadero de ropa de la sala a la habitación. 
-Esta parte de la historia ya la conocemos, - le dice el guiñándole un ojo - ¿Quieres ver igual qué pasa?
- No estoy segura. Sin embargo... ya estamos aquí, ¿verdad?
El responde afirmativamente con la cabeza y los dos en silencio llegan a la habitación. El joven desnudo se para para ir al baño, la joven parece confundida, hay algo de triste en sus ojos aunque no pueda decirse con certeza que esa tristeza era por aquella situación en particular, siempre había tenido esa mirada entre triste y nostálgica como si el mundo fuera a explotar en un segundo llevándose su alma. Los observadores invisibles van siguiendo a sus personajes de la habitación al baño y del baño a la habitación. El joven el se duerme una vez eliminada, momentáneamente, la excitación sexual en forma de eyaculación. La joven queda despierta, no sabe muy bien qué hacer. Busca algo en su mochila de estudiante, busca entre libros y carpetas que comprueban que no llegaba siquiera a la mayoría de edad, lo encuentra, su tesoro: un pequeño cigarrito de marihuana que había guardado especialmente para compartir con él. Lo mira mientras él duerme, toma el cigarro y se va al balcón. Prende el cilindro con manos temblorosas y lágrimas en sus ojos. Suspira y le dice al viento "nunca me sentí tan sola". Desde el balcón pueden verse las luces de otros departamentos formando figuras entre la lluvia y un ruidoso Puente Pueyrredón donde los autos van y vienen anónimos sin saber de aquella escena.
Consternados los dos volvieron a la sala. El, con paraguas en mano, la invitó a salir y ella sin réplica aceptó. Ya habían visto lo que tenían que ver. Al bajar las escaleras, él le pide perdón. Ella volvió a saber que aquello era sincero y acercándose a su mejilla lo besó y le dejó escapar dulcemente en el oído un gracias que salía de lo mas profundo de su corazón.
- Gracias a vos.- Les respondió él- Gracias por aceptarme y escucharme después de tanto tiempo.
Los viejos amantes quedaron un rato en el hall del edificio abrazándose. El tiempo parecía eterno y el abrazo un regalo. El ejercicio del perdón como acto de amor los rodeaba y limpiaba.

Abre los ojos. El té ya frío la espera sobre la mesa, no llueve. Mira a su alrededor con una nueva mirada. Sin entender qué pasó en el sueño, algo acaba de cambiar en su vida. Y late en su pecho la certeza de que alguien en otro tiempo y en un lugar lejano, la quería.

sábado, 17 de mayo de 2014

A partir de la dualidad vuelvo a la unidad

Estoy habitada por miles de hombres y miles de mujeres. Un coro de voces se asoma detrás de cada pensamiento. Soy miles en un sólo cuerpo y en la pareja materializada equilibro mi balanza. La pareja, los amantes, los hermanos. En mi camino de solitaria pero miles, siempre me acompañó un alma en la cual poder mirarme y de la cual poder aprender. Es que no existo solo para mí porque ¿De quién es esta sombra si no tiene reflejo? Soy si hay otro en mi vida. Sin esos reflejos significativos se me va de vista el juego. 
En ese recorrido he ido cruzándome con mis miles de mujeres, compañeras, diosas terráqueas, las hechiceras, las de los gatos, aventureras, vampiras, místicas, sabias. Con humor te dicen lo que no quieres escuchar. Se ríen de ellas mismas, de ahí nace su poder. ¡Mis diosas mujeres! Las llevo en mi sin contar distancia y en las noches todas juntas subimos a la torre a soñar.
De día me reúno con mis hombres. Esos que al cerrar los ojos me abrazan, que me invitan a deleitarme con los placeres de la tierra, lo material, la caza, desarrollando los sentidos y confiando en el intelecto. Me regalan también su humor. Mis hombres hacen juegos de palabras y buscan la sonrisa. Simples, prácticos, silenciosos e irónicos.
Con cada una y cada uno de ellos un romance, un enamoramiento, la complicidad. El glorioso momento de leerse los ojos. ¡Mis dioses y diosas! Caminan junto a mí en cada paso. Es que una vez que nos hemos cruzado y cambiado tanta información en miradas y sonrisas, en monstruos, lágrimas y abrazos ya no somos lo que eramos. Ya nos mostramos desnudos ante los espejos y ellos saben, reconocen cuando vas a acomodarte el pelo o levantar una mano. La conexión con esos seres, con esos dobles, es eterna.
En un fantástico danzar se juntan todos mis hombres y todas mis mujeres condensadas en este cuerpo que soy y en el que mas seres se abrirán a mirar, en el que sus miles de hombres y miles de mujeres se encontraran con los míos. Y ocurre esa magnífica conexión que a partir de ahí nos hace a todos hermanos, a todos amantes.

jueves, 15 de mayo de 2014

Situación: un sadu en una exposición de tatuajes

Los buses pasan por la carretera federal y sus pasajeros de seguro sienten las vibraciones que emanamos desde la planta baja del edificio y se cuelan lentamente por la tierra al ritmo de la percusión.
Situación: Exposición de tatuajes en el Pueblo Ciudad
Un joven pintado como un sadu y con nada más que un paño enroscado en su cintura, lleva a cabo asanas preparando alma, mente y cuerpo para hacernos partícipes a todos de su ritual. Una chica con un aro de fuego baila detrás de los tres músicos que nos llevan a viajar con el hermano que se está por suspender.
Tatuadores, perforadores, niños, chicas, curiosos, gente que fue llamada a participar del ritual. La diversidad de los elementos culturales me agrada. A pesar de las diferentes estéticas, creencias, experiencias, todos somos iguales y todos mezclados hacemos esto posible. Entre los músicos y el joven se extiende un paño negro evitando que la caja con los ganchos y las cánulas toque el suelo.
Los asistentes, mutantes de dibujos en sus pieles y metales en sus cuerpos, comienzan a limpiarle la espalda. El público se va moviendo en el espacio al ritmo de la gente que está en el escenario. Una vez concluida la limpieza, toman una porción de la carne y comienzan a estirarla despegando la piel del músculo. Lo perforan. Lo atraviesan colocando los ganchos que lo harán volar en éxtasis. El está tranquilo, respira, se lo nota seguro. Se repite la acción con sus muslos: un gancho en cada uno.  
El joven adopta la postura de la Flor de Loto: Se sienta con su espalda erguida, las manos sobre sus rodillas, con sus dedos pulgar e índice unidos, mientras los mutantes de la performance van atando los ganchos a unas sogas. Controlan que todo este en su lugar, debidamente amarrado, y comienzan a subirlo lentamente. Nuestro amigo no para de respirar, sus pulmones se expanden como su piel tirante. Siento como esta se despega de la carne, elevándolo, levitándolo. 
Cambio de perspectiva para ver su cara. El silencio invade la sala. Luces rojas, verdes y azules proyectan sobre la pared a la chica bailando con el fuego y la transforman en danzantes sombras violetas. El joven sonríe. Nos regala una sonrisa única y sincera, una sonrisa de paz y serenidad. Con un hilo de voz, las palabras salen hasta convertirse en un hecho: "un aplauso para el muchacho!". Aplaudimos rompiendo, tímidos, el silencio. Ya no recuerdo si la música continuaba o no. 
El mutante mayor se ve agradecido, decide pasar a la segunda postura. Toma una pequeña navaja y comienza a cortar la soga que mantiene las piernas en alto. Los espectadores se mueven, cambian de lugar, van armando pequeños círculos de cabezas amontonadas y vuelven a desarmarlos formando otros. El perfecto triángulo que traza el cuerpo suspendido en el aire se rompe, el joven lanza un pequeño grito mientras su pierna cae abruptamente. Vuelve a respirar. Todos respiramos. Se lo nota en otro plano. Respira y vuelve a la calma. La soga que sostiene el otro muslo también es cortada. Hábilmente cruza ambas piernas. Su piel se estira aun más ahora que todo el peso de su cuerpo está depositado en los dos ganchos de su espalda. La gente vuelve a aplaudir.


Pasan unos minutos y lo bajan, le quitan los ganchos y todos nos retiramos, ya no tan en silencio pero de seguro vibrados,  cada quién a su paso, de aquella habitación que transformamos.

martes, 13 de mayo de 2014

K.O.

Una vez rota la estructura ancestral que la gobernaba, la joven niña vuelve a contexto.
Ya no sirven las excusas, las fantasías ni los pretextos.
Una nueva mirada asoma en sus ojos.
Una nueva forma del ser.
Es que la niña, ya mujer, decide dejar de buscar un padre para entender que ella sola da vida.
Desnuda se para sobre una hoja de papel.
Levanta un pesado bote de pintura azul y se lo tira encima.
Lava sus pies con la sangre rescatada de su útero limpiando los pecados de las mujeres del pasado.
Se recuesta entre el azul y el rojo llenando la hoja de manchas y texturas.
La niña mujer dormida descansa sobre el papel entendiendo que es parte de él.
El compañero que anhelaba se ha transformado en pincel.
Ella es colores, luz de amanecer.
Reposa tranquila en la hoja ya sin pensar hasta que el corazón la hace saltar.
Ágilmente la astuta niña se baja del ring.
Ya no tiene por qué luchar.

lunes, 12 de mayo de 2014

Spot de paz

Me siento acompañada en el silencio, el maguito descansa junto a mí. Tengo los ojos cerrados y aún así percibo su energía. Un arco de colores se expande desde donde él está hacia mi.
El río nos nutre de sabiduría, nos susurra al oído que todo está bien. El sol nos calienta los cuerpos desnudos.
Agua y fuego nos alimentan y recargan, una vez mas, demostrándonos que somos vida.
Magia y ciencia manifestándose por doquier.

domingo, 11 de mayo de 2014

Hunted by a freak* -Parte II -

Lo que cuenta la sombra

Lo invito a creer la mentira de que tiene todo el control sobre mí, la fantástica ilusión de entregarme al cazador sin lucha ni resistencia. Me hago la muerta, inocente y sumisa. El cazador desconoce que yo soy la trampa.
Me dejo cazar para después huir. Vendo la idea de que me importa. Estudio los pasos del enemigo y, como bien se sabe, en el arte de la guerra uno disfraza sus defectos de virtudes y sus virtudes de defectos.
Quiero gobernar la situación, que se manifieste mi voluntad. No me importa destripar un corazón, de hecho, es ese el objetivo.
Y así es como tejo mi red silenciosa sobre el cazado cazador mientras duerme. Tanto lo conmovió mi inocencia que me había, erróneamente, soltado las manos.
Mientras lo envuelvo en la plateada red contemplo sus facciones con dulzura.
Todo acto de maldad encierra la mas pura ternura.
Los movimientos no sólo son estratégicos sino estéticos.
¡Qué nadie se olvide del arte que los gobierna!
Al abrir los ojos y volver al sueño, el cazador se encuentra cazado por mi veneno.
Y así le demuestro a ese ego que no soy mas que el espejo, invertido y distorcionado, de una imagen de lo humano.
Lo beso divertida en los labios y le sonrío a su pudor.
Atrapado el cazador ya no entiende el juego.
Quiere librarse sin poder, sin entender que cuanto más lucha, más entra en la red.
Su arco descanza inútil en un costado de la recámara.
Rompo la cuerda y la enrosco en mi mano, doy golpecitos en su cuero.
Me la paso bien, esto es ser sincero.
Y como siento que lo entiende, el chasquido se transforma en fuego.
Y llora el cazador porque, sin pensarlo, arde en deseo.









*Hunted by a freak, Happy songs for happy people, Mogwai ;)

Hunted by a Freak* - Parte I -

Aquello que cuenta la luz

Sin pensarlo un minuto, me lanzo a correr por la jungla. La maleza me va ocultando de la luna y sus estrellas.
Rompo la aparente quietud del suelo al pisar una ramita. Me paralizo. El sonido puede ponerme en evidencia.
Acto seguido: vuelo por los aires atrapada en una red. Intento liberarme de ella en vano (la lucha suele ser en vano, más si uno ansía la libertad).
Doy paso a la inacción y me duermo. Ya alguien me descubrirá mañana.
Despierto donde estaba, un palo pica mis nalgas. Doy vueltas como puedo para vislumbrar el origen de aquel despertar. Haciendo foco en la punta que golpea mi cuerpo, me doy cuenta de lo lejos que está el piso. Un hombre sostiene el otro extremo. Siento que mi vista recorrió kilómetros hasta poder verlo claramente. Brazo largo y fibroso, torso desnudo y marcado por agujas.
Se traza una línea recta entre sus ojos negros y los míos. Se sonríe satisfecho.
Camina hacia un costado del árbol y comienza a desatar una cuerda. Inmediatamente, me veo en caída libre, dentro de un saco, hacia el piso.
Me cruje el cuerpo al aterrizar. Saco fuerzas y quiero correr. Me levanto y así como lo hago vuelvo a golpear mi cara en el piso mientras avanza el rico calor de un dardo en mi nuca.
Me siento mareada y confundida. El se vuelve a sonreír. Arrastra la soga con firmeza sin darle importancia al hecho de que mi cuerpo tropieza constantemente con las raíces y hongos de la tierra.
Por momentos para, me sonríe amablemente y continúa arrastrándome.


*Hunted by a freak, Happy songs for happy people, Mogwai ;)

sábado, 10 de mayo de 2014

Mírate en los ojos

Un destello en la mirada
nuestra escencia niña
manifista sonrisa
Mirando mas allá
de la inexplicable retina
luz amiga
viaja de las estrellas

viernes, 9 de mayo de 2014

Corrida

Hoy quiero correr.
Salgo desnuda por la calle sin mas accesorios que un arete con una pluma naranja en mi oreja, unas botas y una pistola semiautomática en mi mano, la cual pienso levantar hacia la cara del primer pendejo que se me acerque a querer tocarme el culo.
Hoy quiero correr y voy preparada a partirle su puta madre al que quiera pararme, abusarse o quitarme del camino.
Hoy, puro veneno corre por mi cuerpo. Harta ya de todo. Harta ya del teatro y mi personaje.
Bendigo las balas con sangre, la mía, la propia, la del clan. Escucho I'm not the killing type y cierro la puerta de la falsa morada con fuerza habiendo escupido, antes, sobre los cadáveres insulsos que me miran boquiabiertos. 
Ellos no lo sabían, pero ya estaban muertos y esta humilde servidora, desnuda y con ganas de correr, vino a hacerles un favor.

jueves, 8 de mayo de 2014

No dual

Deseo parar de dudar
desarrollar cada día mas la coherencia
dejar de atender creencias
que me alejen de mi voluntad

martes, 6 de mayo de 2014

Re-encuentro

Cuando volvamos a cruzar nuestros ojos
tú ya no serás tú
yo no seré yo
Pupilas sometidas al engaño
habitarán la fantasía del recuerdo.
Las palabras de antaño
ecos vacíos en nuestros cráneos.
Esos ojos confundidos
buscan la vieja imagen que crearon
y tu cerebro rechinará
con las imprudencias que generamos.

Y así, brindo por mi mediocridad y la tuya con el mismo vaso roto con que apuñalo tu dulzura.

lunes, 5 de mayo de 2014

Velas derritiéndose fuera de mi

La tinta arde en el papel, las llamas van creciendo lentamente. En los últimos días el fuego se presentó en exceso, en su forma mas bruta y pasional: la fuerza y el poder son lo mismo y crecen chocándose y aplastando a todos los que se cruzan en medio. Dado los eventos de esos últimos días, no sorprendió a mi mirada la pequeña columna encendida que bajaba del cuenco hacia la tela violeta. La pequeña fogata crecia.
Con errores de bruja principiante, desconfié de los resultados e hice malabarismo para intentar detener el hechizo. El miedo a que el fuego creciera me hacia perder la consciencia. Toque el recipiente quemándome los dedos. En fracciones incalculables de tiempo todo un sistema nervioso se ponía en marcha para que mis manos soltaran la vasija. La cera dentro vuela por los aires contra mis miembros como si el diablo me escupiera semen blanco e hirviente.
Los dedos reaccionando lentamente hacen que sonria por dentro.
Me detengo un segundo a contemplar y recuerdo que nunca es tan caliente, que es parte de la ilusión del fuego, que no existe el dolor, que no quema realmente, que es parte del juego.

domingo, 4 de mayo de 2014

jueves, 1 de mayo de 2014

Nacimuerte del volador

Quita velo de las ideas
La razón ya no te posee
Caen los pájaros en el campo
bañados de fracasos y muertes
Vuela el fénix gastado
con el complejo eterno de querer tocar el sol
Ya no luches compañero volador
Deja que le quite las espinas a tu pico
Siente el alivio en tu respiración
Aprovecha para limpiarte con el rocío
Desoye al espantapájaros que te aleja del fruto
La primavera ha llegado
momento de quitarse el luto
Presta atención, amigo alado,
distingue las espinas de la flor
Vuelve a mirar al cielo
Nutre tu ser con el calor