viernes, 8 de febrero de 2013

Pacto

Naturaleza mía, no tapes oídos. Acá está el grito.
Hombres caminan agotados y, tú, ¡naturaleza!
Tú has enseñado esa fase que no enseñan ni los mas valientes.
El grito,
Infección que avanza por el cuerpo
corrompiendo al linfático con sus vibraciones.
El grito pide que no lo ahoguen. Que lo escuchen.
Que uno se haga cargo de las miserias que le corresponden pues no existe hombre sin las propias.
Naturaleza mía, gracias. Me has mostrado al ser. Al verdadero ser que habitaba en mi.
Al que consumía bestias en el insomio.
Naturaleza mía,
solo ahora puedo agradecer las noches en vela,
las angustias reprimidas
los vahos de mierda que emana la podredumbre de sentimientos insensibles.
Angustias y penas, hoy no dejan de cuestionarse.
Sin embargo, naturaleza, el grito está acá.

Estamos sacando la basura del cuerpo, de la mente y del alma.
Busco, naturaleza, tu presencia en mi risa, en mis noches oníricas, en los planes venideros.
Ahora se marca la ruptura con el otro que habitaba.
Quizas ahora aceptemos tanto nuestras bajezas como nuestras virtudes.
Este tiempo de unidad, naturaleza, traerá la paz de mi cerebro.

1 comentario:

@ dijo...

habra paz en tu cerebro, pero la naturaleza, no se detendra. Abranza implacable. Como vos.