Oye tú!
Si tú, ese que no cesa de dar explicaciones.
Ese que frente al espejo se cuestiona su mirada.
Calla al gran juez, que a nadie le importa
ni tu risa, ni tu llanto, ni tu fama.
Hey! Tú!
Deja de justificar lo que haces.
Al fin y al cabo, todo está reducido a la nada.
Tratando de escaparte, te sometes
creando una realidad empañada.
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